jueves, 1 de noviembre de 2007

Quince notas sobre bulimia informacional

jueves, 1 de noviembre de 2007
Javier Torres Vindas

Sociólogo y Linotipista

socioarte@yahoo.com

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  1. La denominada “revolución tecnológica de la información” (Castells) no es más que el acta de defunción de algo que ya ha cifrado su proceso, lo cual es propio de la sensibilidad de los trabajadores intelectuales. ¿A qué me refiero? En un escrito de Kafka (Cuaderno en octava) afirma “(…) el Mesías vendrá solamente cuando ya no sea necesario. Vendrá solamente un día después de su advenimiento. No vendrá el día del Juicio Final, sino al día siguiente”. Esta “revolución” a la que denominamos “Era de la Información” es una realidad que ya estaba allí desde el primer cuarto del siglo anterior. De los 80´s a nuestro 2007 no ha habido más que un efecto de saturación y perplejidad, que nuestros procesos representacionales no han podido aún digerir. Decir “revolución” de la era de la información es signar que ya ha acontecido; y el mismo acto de mostrarnos su presencia es ocultar que ya no posee sentido, al menos el mentado. En realidad asistimos al repliegue de la era de la información sobre sí.
  2. Dicho repliegue indica que vivimos en su simulacro. Todo, forma parte de su horizonte sagrado de apariencias. Su omnipresencia delata una nueva mitología a la cual los trabajadores intelectuales (que se asumen críticos) no hacen sino mostrar, sin que por ello implique que la comprendan. El encriptamiento de estas prácticas, lógicas, instituciones, mitologías, simulacros, etc.; es la INFO-MERCANCIA.
  3. Si efectivamente vivimos un simulacro, entonces ni los procesos dialécticos pueden ofrecernos claves de compresión de ese proceso se denomina “des-información”.
  4. Lo que ha sucedido, es que en el campo tecno-informacional el capital simbólico ha acunado sus propias sirenas dialécticas y los trabajadores intelectuales no han podido ni tan siquiera amararse con cáñamo. Los cyborg (tipo ideal de la era de la información) nos anuncian sin que lo percatemos “la muerte de lo social”. En la era de la información, lo social pasa a ser un modelo de simulación y una forma a abatir (forma estratégica del valor, introducida salvajemente por los mismos trabajadores intelectuales). Es decir, si no aparece [se ostenta] en una pantalla [en su sentido amplio] no existe.
  5. Efectivamente, vivimos en un mundo distinto a cualquiera de los anteriores conocidos, pero nadie desea autoexcluirse de la era de la información, por mucho que se declare crítico y denuncie su organización, sus disfunciones y sus injusticias.
  6. Siguiendo la metáfora de McLuhan vivimos una “aldea global”. Así, la era de la información sería configurada por las redes mediáticas que tienden a ser monodireccionales, desde el norte hacia el sur y el este, creando efectos de dependencia económica y cultural, porque la información es mercancía e ideología a la vez.
  7. La cultura fast food nos ha invadido, estamos bombardeados de estilos estandarizados de hacer noticias, el hegemonismo del inglés, un imaginario dominante que se aspira como único e inevitable. De allí que un proceso de des-información implicaría que nos vemos con las versiones construidas y difundidas por los ojos del amo
  8. Esta cultura fast food se muestra en la bulimia informacional, donde, ante las informaciones estructuradas, interpretadas y valoradas por las entidades “monstruosas” como CNN, Grupo Nación S. a. (Costa Rica), etc. Surgen , los blogs.
  9. Lo que sucede, en términos sociológicos, son al menos:

(a) La polarización socioeconómica de nuestras sociedades se ve ahondada por la polarización en términos del conocimiento y de la capacidad de acceso a la información, que divide el espectro entre info-ricos e info-pobres,

(b) La clave de lectura es nuestra pertenencia o no insider u outsider; es decir los que generan conocimientos y los trasladan a las tecnologías, o bien, los que se limitan a importarlos,

(c) Pero, son las capacidades pedagógicas, económicas y profesionales las que determinan las oportunidades de supervivencia de los individuos en la “aldea global”. Ahora el garantizar al menos estas variables depende del tejido social y ello pasa por las interacciones políticas [en su sentido amplio] de los diversos actores de cada configuración social,

(d) La actual opulencia comunicacional se expresa en la bulimia informacional, donde cada individuo se expuesto a un bombardeo continuo, tal que genera su fragmentación e incapacidad representacional [la ley de la desproporción acusada por Manheim] es allí donde reside la des-información,

(e) Dicha bulimia gesta y despliega procesos de hiperinflación informativa que favorecen la banalización de lo que se desea comunicar y el sensacionalismo que degenera en analfabetismos emocionales

(f) Si retornamos al primer enunciado del presente escrito hemos de ser coherentes, no hay posibilidad de anomia cuando acaece la “muerte de los social” y no hay anomia, porque lo social se expresa en un nuevo espacio “el virtual” y deberíamos estudiar las demandas de “solidaridad virtual” que los blogs se expresan y condensan.

  1. ¿Qué es estar informado? Depende de la estructura de estratificación informacional. De allí que podemos plantearnos tres tipos ideales de productores y consumidores de infomercancías (siguiendo a Schutz): el experto, el ciudadano común y el ciudadano bien informado. Donde sus interacciones sociales establecen los criterios de profesionalización, prestigio, credibilidad, competencia de los carismas y autoridad, así como de los procesos de irradiación e interpelación; lo mismo que todo nuestro posible cuestionamiento de lo “manipulado” surge sólo dentro de ese mundo de cosas (contenidos y formas) supuestamente ya conocidas y presupone su existencia. Ello debido a que en toda interacción social, subsiste una parte del sistema de significaciones intrínseca de cada participante que no es compartida por el Otro; que en su expresión negativa se transmuta en anomia reciproca entre los participantes.
  2. Entonces surge la pregunta ¿Por qué los blogs poseen capacidad de espacios epistémicos, éticos y políticos? Sociológicamente todo conocer surge, se mantiene o bien desaparece del imaginario social en las mismas interacciones y los blogs se basarían en la idealización implícita “CREO en la experiencia de mi semejante por que si yo estuviera (o huera estado) en su lugar, tendría (o habría tenido) las mismas experiencias que él tiene (o tuvo); etc.” Es decir, se apuesta por una FE TESTIMONIAL.
  3. Con este panorama, entonces, accesaríamos y/o produciríamos blogs de autoprogramación informativa especializada de modo que en cada ordenador al que tengamos acceso SOLO retendrá los flujos informativos (Castells) que corresponden a los interese profesionales o lúdicos.
  4. No dudo de los potenciales políticos de los blogs en tanto que nodos de producción y difusión de lugares epistémicos de resistencia, lucha, avanzada, etc.; en la Internet, de hecho son una necesidad de sobrevivencia en la actual jungla informativa [laberinto]. Pero, no dejo de pensar en el fetichismo de la autoprogramación ultraespecializada que nos convierte cada día en “sabios ignorantes” y lo más grave, descontextualizados; pues somos habitantes de las ciudades virtuales donde los blogs ofrecen una lente particular, honesta y ónticamente invaluable. Pero precisamente, los blogs expresan y condensan esta desproporción representacional de la era de la información a la que he delimitado como bulimia informacional y que en nuestro contexto implica bulimia intelectual: pesquisar, filtrar, analizar, exponer información [¿en que nos diferenciamos de una maquila? ¿no somos obreros intelectuales?]. De hecho, en el 2007 padecemos una sensibilidad dominante que asume un conocer socialmente aprobado y que desplaza todos los intersticios de significatividades aportadas por los lugares sociales subalternos. Tal que, un buen trabajador intelectual con encuestas, entrevistas, sondeos de opinión se procura sondear la opinión del ciudadano común (transeúntes, pulperos, taxistas, etc.), quienes ni siquiera buscan algún tipo de información que exceda su sistema habitual de significaciones intrínsecas y así “místicamente” su opinión (la del encuestado) se convierte cada vez más en conocimiento socialmente aprobado, a expensas de la opinión informada y pasando a formar parte de los criterios discursivos de los expertos.
  5. Como dije al principio, vivimos un simulacro. Hemos dado un salto evolutivo en términos culturales y de conocimiento. Japón puntea con el hardware, USA con el Software, Europa con su capital simbólico [del cual Bill Gates contaba para el año 1999 con 23 millones de imágenes, con sus derechos de autor], China con capital y mano de obra abismales, América Latina con pobreza y dependencia [maquilas de bajo costo]
  6. Los blogs se aportan sobre los procesos de reproductibilidad técnica de la experiencia “la estetización de la cotidianidad”, como afirma Susan Sontag “vivir es ser fotografiado, poseer el registro de la propia vida, y por lo tanto, seguir viviendo si reparar, o aseverando que no se repara en las continuas cortesías de la cámara; o detenerse a posar”. Es decir, los blogs convocan dos efectos sociales: los fenómenos masivos exigen un tipo de imagen-reporte que asegure el efecto de simulacro de cercanía física y experiencial a la vez genera un segundo efecto la destrucción de la singularidad e irrepetibilidad de cada acontecer, de allí su serialización y desinformación.
  7. Finalmente, la relación entre las weblogs y la desinformación, devela la alodoxia estructural del mismo: importando los problemas a discernir en estado bruto sin someterlos a la transmutación necesaria para constituirlos en problemas espistémicos, confiriendo una ratificación aparente a la problemática endóxica que los profanos proyectan sobre las producciones científicas.

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