sábado, 23 de febrero de 2008
No comprendés el laberinto del cual intentás salvar a muchos. Creés que un hilo, un fino hilo, los guiará. Pero te ahorcás con el, lo colocás placenteramente alrededor de tu cuello y con las propias manos te asfixiás. Evadís salvar la propia vida. Por eso sólo Dionisio con un beso borracho te puede devolver el aliento.
Que cobarde Ariadna. Tus fantasmas te dominan. La razón te aplasta el cuerpo.
...adri...
miércoles, 13 de febrero de 2008
El Νοῦς Anaxagórico

Gerardo Hernández
La Condición Ontológica del Movimiento en la Concepción
Filosófica del Νοῦς anaxagórico
Al principio fue el movimiento
Problema
Todas las cosas son eternas, el cambio está en todas las cosas, el cambio es eterno.
Este silogismo derivado del sentido cosmológico de Anaxágoras, nos sitúa en el problema de la condición ontológica del movimiento (el cambio) desde su concepción cosmogónica.
Para ello nos remitiremos a textos específicos, en los que se haga referencia directa al tema del movimiento o se lo vincule indirectamente con otros elementos propios de la exégesis anaxagórica. A lo largo de esta pequeña investigación se notará que la concepción cosmogónica anaxagórica está intrínsecamente ligada al movimiento y a la determinación de la materia.
El fragmento doce presenta una referencia anaxagórica contundente y hasta cierto punto clara acerca del tema del movimiento, que constituye el análisis de este trabajo y es por ello, que nos enfocaremos primordialmente en él.
El problema planteado en este trabajo no es de índole histórico, empero ontológico-analítico, y es por ello imprescindible comprender que el mismo no pretende explicar una teleología del Νοῦς, o bien, el sentido de la existencia de las cosas -ya previamente pensadas por el “Intelecto” (Νοῦς)-, sino más bien, dilucidar las implicaciones contenidas en la noción de movimiento y determinación de la materia o de las “demás cosas”.
Así, se someterán los fragmentos de Anaxágoras a un análisis crítico-analítico, demostrando necesariamente cómo la materia siempre se ha movido y a raíz de ello, cómo el Νοῦς se ha visto en la necesidad de mover.
“καὶ ὁποῖα ἔμελλεν ἔσεσθαι καὶ ὁποῖα ἦν͵ ἅσσα νῦν μὴ ἔστι͵ καὶ ὅσα νῦν ἐστι καὶ ὁποῖα ἔσται͵ πάντα διεκό σμησε Νοῦς͵ καὶ τὴν περιχώρησιν ταύτην͵ ἣν νῦν περι χωρέει τά τε ἄστρα καὶ ὁ ἥλιος καὶ ἡ σελήνη καὶ ὁ ἀὴρ καὶ ὁ αἰθὴρ οἱ ἀποκρινόμενοι. ἡ δὲ περιχώρησις αὐτὴ ἐποίησεν ἀποκρίνεσθαι. καὶ ἀποκρίνεται ἀπό τε τοῦ ἀραιοῦ τὸ πυκνὸν καὶ ἀπὸ τοῦ ψυχροῦ τὸ θερμὸν καὶ ἀπὸ τοῦ ζοφεροῦ τὸ λαμπρὸν καὶ ἀπὸ τοῦ διεροῦ τὸ ξηρόν.” [Y cómo iban a ser y cómo fueron las que son ahora, todo lo dispuso el Nous, y la rotación misma por la cual rotan ahora los astros, el sol, la luna y también el aire y el éter en cuanto están separados. Y la rotación misma produjo el hecho de la separación. Y así se separa lo denso de lo raro, lo caliente de lo frío, lo luminoso de lo oscuro, lo seco de lo húmedo.] Fragmento doce (3, traducción de Cappelletti)
Basados en la interpretación cosmogónica anaxagórica, en este trabajo se refutará la afirmación de que el ὅμου estuvo quieto e inmóvil, en una μῖγμα originaria. Además, se intentará demostrar -desde el texto mismo-, cómo el movimiento ha sido perpetuo en todas las cosas. Esto lo expresa claramente el silogismo acuñado en la frase inicial.
Se escapa a los objetivos del trabajo discutir detalles y pormenores acerca de la naturaleza del Νοῦς, de su movimiento circular o del álgido planteamiento de su voluntad omnipresente y omnisciente. No obstante, una pregunta clave (que en este trabajo no se aclarará), respondería a la interrogante: ¿Es inevitable que el Νοῦς sea una deidad?
martes, 22 de enero de 2008
miércoles, 16 de enero de 2008
jueves, 10 de enero de 2008
Las posibilidades de la filosofía

cum Epicuro quiescere, hominis naturam cum Stoicis uincere,
cum Cynicis excedere"
"Se puede discutir con Sócrates, dudar con Carnéades,
tranquilizarse con Epicuro, vencer la naturaleza humana con los estoicos,
excederse con los cínicos"
Séneca, De la brevedad de la vida

jueves, 27 de diciembre de 2007
Capitalistas, sí..., pero zen…

La entrega final de la serie Star Wars [La Guerra de las Galaxias], Episodio III: La Venganza de los Sith (2005),[1] nos revela el momento crucial sobre el que pivota toda la saga, a saber, la conversión del "buen" Anakin Skywalker en el "malvado" Darth Vader, [así como el derrocamiento de la República por el Imperio Galáctico.] Su director, George Lucas, establecía así un paralelismo entre el individuo y la política.
En el momento crucial de la saga de La Guerra de las Galaxias, George Lucas establece un paralelismo entre el individuo y la política.
A nivel individual, su explicación recordaba a una especie de budismo pop: "Él [Anakin] se convierte en Darth Vader porque se apega a las cosas", explica Lucas. "No consigue separarse de su madre; no consigue separarse de su novia. No consigue renunciar a las cosas. Ese apego se torna ávido. Y cuando eres ávido, estás en camino al Lado Oscuro, pues temes que vayas a perder lo que posees."[2] Por contra, la Orden Jedi[3], como si de una nueva versión de la Comunidad del Grial (elogiada por el compositor Richard Wagner en su Parsifal) se tratase, aparece como una comunidad masculina cerrada que prohíbe a sus miembros cualquier forma de apego.
A nivel político, la explicación resulta aún más reveladora: "¿Cómo se convirtió la República en el Imperio? (Cuestión paralela: ¿Cómo se convirtió Anakin en Darth Vader?) ¿Cómo se convierte una democracia en una dictadura? No es porque el Imperio conquistara la República, sino que la República es el Imperio."[4] El Imperio nace de la corrupción inherente a la República. Lucas explica que: "Un día, la princesa Leia y sus amigos se despertaron diciéndose, 'Ésta ya no es más la República, es el Imperio. Y nosotros somos ahora los malos'."[5]
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